La respuesta es sí, así como para todas las personas de 16 años o más en el país. De hecho, las personas mayores son un grupo que puede considerarse que gana mucho al ser vacunada.
¿Por qué? Como se nos ha hecho saber, las personas mayores y particularmente las que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad (como las que dependen de otros para sus actividades diarias o aquellas que tienen mayor número de enfermedades), no solamente tienen riesgo de contraer el virus que provoca la COVID-19, sino que tienen mayor probabilidad de desarrollar síntomas graves de la enfermedad.
Las vacunas, o por lo menos las vacunas que han recibido ya una aprobación para su aplicación por las autoridades sanitarias, reducen tanto el riesgo de enfermar como de desarrollar formas graves de la COVID-19. Esto ha sido demostrado tanto en jóvenes como en las personas mayores de los distintos estudios que han evaluado a las vacunas que actualmente se aplican.
En cuanto a los potenciales efectos adversos, las reacciones mayormente observadas en las personas mayores han sido leves (dolor y calor en el sitio de aplicación, dolor de cabeza, malestar general fatiga y fiebre de bajo grado). Claro está, conforme miles de personas se vacunen se podrían reportar reacciones adversas más graves, pero debe quedar claro que estos son eventos MUY raros. Hasta ahora, toda la información que tenemos nos orienta a decir que las vacunas son seguras y útiles para las personas mayores.
Por último, el vacunarse es también un acto de amor hacia los demás. Al protegerme yo, protejo a los otros.
Hasta que no se alcancen las metas de vacunación para toda la población del país y aunque nosotros ya estemos vacunados, no debemos relajar las medidas universales de protección: continuar con el uso de cubrebocas, el aseo de manos frecuente y mantener la distancia física.
Recuerde que en caso de dudas, debe consultarlas con su médico porque lo que importa es la salud del paciente.